viernes, 2 de diciembre de 2016

                                            Motores criogénicos
Hasta aquí hemos llegado siguiendo la estela de un energía térmica capaz de dejar de ser caótica y poder ser convertida en energía organizada  mediante máquinas que puedan realizar ese trabajo.
Una Kilocaloria equivale al trabajo de 427 Kilogrametros. Tiene el mismo valor a una temperatura de 100ºK, que a una temperatura de 1000ºK,por poner un ejemplo, pero destacando que el potencial térmico, acompañado de masa, es mucho más eficiente este último, que a temperaturas más bajas, siempre que se utilice para la conversión en trabajo un ciclo "convencional", donde el "salto" sea la base de su rendimiento.
Yo solo soy un loco inventor, debería haber empezado por ahí,dándome a conocer como uno de esos raros especímenes del Móvil Perpetuo, o algo así. Bueno, la verdad es que no me siento muy mal ocupando esos lugares, los prefiero a los que se puedan ocupar donde es difícil inventar, pero es fácil sobrevivir.
Me impresionan las cátedras. Esas manifestaciones lujosas donde es preciso disfrazarse, para que el simio hermano puede ver la diferencia.Nuestros simios hermanos que carecen de agua y alimentos, esperan que los que bebieron de la sabiduría escrita, los que han  estrujado la física, la química, ingeniería y demás carreras tecnológicas,se pongan al servicio de la humanidad, pero de todo la humanidad, no solo de los que surcan mares en majestuosos yates desde donde ni el mar observan. Yo no debo censurar a quienes llevan vida majestuosa. Yo mismo sería uno de ellos si estuviera en su lugar. Es preciso que existan unos límites, una educación primaría donde los nuevos simios sean educados como tribu, al igual que nuestros antepasados.

Volviendo sobre la energía: Todos sabemos que es necesario encontrar ese sistema capaz de ofrecernos energía abundante y muy barata. Somos así de cariñosos con el planeta.No queremos destruirlo , somos solidarios con toda la vida del planeta, pero en cambio somos capaces  de introducir un crustáceo en un puchero y ver como trata de huir de tan horrible muerte, y posteriormente relamernos con su sabor de millones de años evolutivos. Si, es cierto; nada tiene que ver la evolución con la moda y hábitos, solo aprendemos cuando aparecen los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. 



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